¡Estamos en antena!

articulo publicado en la revista "Cuadernos de Pedagogia" (1986)

Este articulo relata una iniciativa llevada a cabo por unos niños del Hospital San Juan de Dios de Manresa (Barcelona). El protagonista es un niño de nueve años y la aventura consiste en introducir el mundo radiofónico dentro del ámbito hospitalario.


Estáis preparados?, ¿no seréis aprensivos?, ni os dolerá nada, ¿verdad?... pues vamos a un hospital. Sí, sí, a un hospital, habéis leído bien.

Esta pequeña aventura sucedió gracias a la escuela del centro sanitario. Todo empezó en septiembre de 1987. Su protagonista, Sergio, de 9 años de edad, ingresó en el hospital aquejado de púrpura de Schönlein-Honoch, enfermedad que afecta la piel del niño, y que hace que aperezcan unas manchas de color rojo y violeta en las piernas, abdomen y nalgas, además de dolores en los tobillos que pueden llegar incluso a impedir andar. En algunos casos puede verse afectado también el funcionamiento de los riñones

Puesto que su tratamiento exigía reposo se le atendió en la propia habitación, siguiendo el programa escolar de su escuela de origen. Poco a poco comprobamos que detrás de su actitud reservada y, en ocasiones, poco expresiva, se encontraba un chico distinto, hablador, observador y con una imaginación desbordante.

El hecho de estar ingresado en el hospital reveló una nueva faceta de Sergio: escribió sus primeros cuentos. Al leerlos descubrimos su gran capacidad de fabulación ya que contenían detalladas descripciones con un marcado matiz irónico.

Consideramos muy interesante aprovechar esta habilidad artística de Sergio, lo cual conducía a reconsiderar nuestro planteamiento pedagógico inicial: ¿qué podíamos hacer para canalizar esta creatividad desde su habitación del hospital y hacerla partícipe al exterior?

De esta reflexión surgió la idea de contactar con el programa infantil radiofónico A cau d'orella que se emite en una de las emisoras locales.

Después de una entrevista previa, entre la escuela y el conductor del espacio radiofónico, se brindaron a Sergio las distintas posibilidades de participación que el programa ofrecía. De esta manera, lleno de ilusión, Sergio se convirtió en un pequeño héroe radiofónico, grabó varias cuñas - anuncios breves - en su habitación y preparó uno de sus cuentos para leerlo personalmente en el programa.

Así, a pesar de los malos ratos y de las exigencias que le reportava su enfermedad, Sergio vivió una experiencia inolvidable en el hospital que lo ayudó a encontrar valores propios que él mismo desconocía.

La locución radiofónica

Si esto terminara aquí, sería el relato de una anécdota, una vivencia divertida, satisfactoria y nada más. Pero pensamos que debíamos seguir y beneficiarnos de un medio tan familiar y al alcance de todos como es la radio, qué permite ser utilizado en las circunstancias más adversas.

Así surgió la idea de hacer un planteamiento pedagógico más sistemático en el que nuestros alumnos fueran a la vez receptores, y emisores activos de un espacio especialmente pensado para ellos, iniciando un diálogo de dentro hacia fuera del hospital, intentando enlazar con la realidad cotidiana.

En seguida nos dimos cuenta de que el trabajo de locución radiofónica es para los niños como la máscara para los actores de teatro. El niño sólo es escuchado.

Esta característica del medio radiofónico le permite al niño superar las limitaciones que le impone la estancia en un hospital y su propia dolencia, fijar su atención exclusivamete en lo que va a expresar, en lo que va a comunicar a su auditorio, que será tan amplio como él quiera imaginar.

Nada tan simple como el vehículo de comunicación radiofónica -el lenguaje- favorecedor de la accesibilidad del niño al medio. Sus peculiaridades: lenguaje oral, coloquial, basado en frases cortas, directas, en las que se insiste en lo principal y se excluye lo superfluo, exige del niño, solamente, hablar como le hablaría a un amigo, ordenar las ideas y su exposición, enriquecer en definitiva su capacidad de expresión oral.

Llegamos a la conclusión de que, por una parte, el uso, en el proceso de grabación, de aparatos y material visualmente didácticos (magnetófonos de cinta abierta -cintas grandes de manipulación manual, al descubierto-, micrófono, etc.) hace del niño un actor-espectador del proceso que se realiza.

Por otra parte, la grabación del material que se utiliza en la radio, permite al niño revisar el trabajo realizado, con lo que puede modificarlo -«manipularlo»- si así lo desea.

Al empezar a trabajar asiduamente con los niños del hospital, utilizando la radio como herramienta ludicoeducativa, nos dimos cuenta de la gran ventaja que es contar con un programa radiofónico que se emite diariamente en la localidad en la que se encuentra el hospital, pues nos permito integrar en su programación las grabaciones hechas el mismo dia si así lo deseamos.

Se trata de trabajos que necesitan una elaboración mínima en la emisora -por ejemplo los trabalenguas, refranes, chistes, propuestas, consejos (sobre salud higiene...)-, todo ello en forma de cuña publicitaria o anuncio breve. Solo será necesario acompañar la grabación de una música adecuada.

Los niños esperan la llegada del «señor de la radio» con impaciencia, olvidan por un rato que están en el hospital porque no se encuentran bien.

Al llegar el conductor de la experiencia todos se disponen a ser locutores, cada cual con su texto, los mayores con muchas cosas para decir, y los más pequeños con un poco de vergüenza, mal disimulada, se muestran menos habladores.

Unos nos cuentan cómo se hace un pastel, se enzarzan en un trabalenguas, o quieren que resolvamos una misteriosa adivinanza...

Los otros nos acercan a la sabiduría popular con un breve refrán que nos sitúa en la época del año en la que nos encontramos, o tan sólo nos dicen «Buenas noches, y ¡a dormir!», o simplemente «¡Adiósl».

Pero todos han olvidado que ha llegado la hora de la merienda y del termómetro. El «señor de la radio» se tiene que marchar y ellos «vuelven a estar» en el hospital, pero escucharán la radio, se oirán y oirán a los demás y, por unos momentos, estarán viajando con la imaginación, de la mano de las ondas, quién sabe hasta donde, y esperarán otro día en el que se pueda hacer radio, o la puedan escuchar desde sus casas porque el médico les ha dicho que se han puesto bien.

Este material radiofónico, caracterizado por inmediatez y poca elaboración posterior, parte indistintamente del trabajo realizado en la escuela del hospital, del propio niño y, en la mayoría de los casos, forma parte de los recursos que el conductor de la actividad trae preparados, para de esa forma poder hacer participar a todos los niños, y acceder a ellos ya sea en la escuela del hospital (el aula reservada para este fin), o en su propia habitación.

Este trabajo exige de cada niño el esfuerzo justo de que es capaz para dar un resultado óptimo. Permite, en suma, pedir a cada cual en la medida de sus posibilidades.

Es a todas luces evidente que el conductor de la actividad debe estar muy relacionado con el mundo de los niños y tener una didáctica adecuada para trabajar con ellos.

Otros trabajos radiofónicos

Hay otros trabajos radiofónicos, fruto de una elaboración más cuidadosa, los cuales facilitarán el profundizar en el lenguaje escrito, al conectar con los trabajos que la escuela propone a los niños, dentro de su propia programación, y añadidos una nueva motivación.

Se da vía libre a los trabajos realizados de forma individual o en grupo, después de pasar por una valoración pedagógica, llevada a cabo por los responsables de la escuela del hospital, y un previo análisis de las cualidades radiofónicas del trabajo, hecho a su vez por el conductor de la experiencia, maestro también y conocedor del medio radiofónico.

Un ejemplo de este trabajo lo encontramos en Sergio que, trabajando desde su habitación, de la que no podia moverse, redactando, corrigiendo, dando vida con voces distintas a diversos personajes.. logró su objetivo: contar a los demás un cuento que él había creado íntegramente.

Queda por hacer todo un minucioso trabajo en el estudio, poner la música de fondo que el autor del cuento ha imaginado, situar los efectos de sonido donde el cuento los precise. Este proceso sigue un camino paralelo aunque más laborioso que el anterior.

Es importante resaltar el papel sociabilizador de la radio, pues todo lo que se hace es escuchado por los demás. Es para los demás.

Vamos a conseguir que la voz, por medio de la palabra, supere las limitaciones individuales, y que las vivencias, reales en la imaginación, tengan un auditorio.

Si bien lo expuesto hasta el momento puede ser un punto de partida, los objetivos finales deben ir más lejos. Uno de ellos podría. ser, por ejemplo, el hecho de hacer radio desde, por y para el hospital, favoreciendo la intercomunicación entre los que comparten muchas veces, en soledad, este mismo lugar

Queda pues abierta la puerta a la utilización, en beneficio del niño, de esa herramienta maravillosa que es la radio.

Autores varios


Antònla M. Gergas Bargay y Immaculada Estela Prat pertenecen a la escuela de Educación Especial del Hospital San Juan de Dios de Manresa (Barcelona); y Josep Tort Lavilla es maestro y conductor del prograrma de radio A cau d'orella de Radio Manresa

Revista: Cuadernos de Pedagogía
- 1986 — nº 175.